miércoles, 18 de agosto de 2010
lunes, 9 de agosto de 2010
PARA ESTUDIAR MEJOR
- PARA ESTUDIAR MEJOR
CON LOS CINCO SENTIDOS
¿Nunca te has parado a pensar que el tiempo que pierdes en el aula tienes que recuperarlo luego en casa?. La actitud más inteligente es aprovechar las horas que te pasas sentado en el aula para asimilar el mayor número de conocimientos posibles. Lo que está claro es que si pones los cinco sentidos en las explicaciones de tu profesor, te va a resultar mucho más sencillo aprenderte la lección
No te creas que por asistir regularmente a clase tienes ganada la batalla más importante de la guerra del curso. En este tema, la cantidad es muy importante, pero la calidad es decisiva.
¿Qué quiere decir esto? Pues que, aunque no faltes nunca, lo llevas bastante mal si te incluyes en el grupo de los que se pasan el día pensando en… nada. 0, peor todavía, si eres el típico críticon que no deja títere con cabeza.
Ya sabes que quien se pica... Así que si te das por aludido, ya puedes ir cambiando el chip. Y es que cuanto más atento estés en clase, mejor entenderás las explicaciones y aprenderás más fácilmente. ¿Cómo? - Ejercitando los cinco sentidos.
Empecemos con la vista. Lo más normal es que el que no vea bien se pierda el hilo de la lección. Si tienes la oportunidad de elegir sitio, colócate en las primeras filas.
Seguro que te resulta más sencillo mantener la atención.
Y para ser testigo de un gran espectáculo no hay que preocuparse sólo de cómo se ve, sino también de la manera en la que se escucha. Porque, si ya de por sí es algo complicado comprender, esquematizar y tomar apuntes, la dificultad se multiplica por mil cuando no se oye bien al profesor. En este apartado, otra vez es muy importante situarse bien. De todas formas, si no te enteras de algo no dudes en pedir una repetición de la jugada.
El olfato también juega un papel fundamental. Corno si fueras un buen detective, debes emplear este sentido en detectar las partes más interesantes de las lecciones. Ya se sabe que, normalmente, atendemos sólo a lo que nos interesa. Pero ten en cuenta que no todas las cosas buenas nos agradan al principio. Y, por último, el tacto que, aplicado a este tema, no es más que saber estar. Es decir, saber interpretar correctamente el papel del alumno.
APUNTES. Para tomar unos buenos apuntes no debes limitarte a copiar al dictado las explicaciones de tu profesor como si fueras un androide. Lo correcto es que atiendas a las clases y que preguntes las dudas que tengas. Así luego, cuando llegues a casa, te costará muchísimo menos quedarte con lo que estudias.
MATERIAL. Tener los útiles y materiales adecuados para asistir a clase es muy importante. No debes descuidar absolutamente nada. Bolígrafos, cuadernos, folios, calculadora, herramientas y, por supuesto, libros de texto, apuntes fotocopiados son tus mejores aliados para sacarle el máximo partido a la jornada escolar. Así que no se te olvide organizar el próximo día.
PRESENTACIÓN. Ya sabes que las cosas suelen entrar por los ojos. A los apuntes les pasa tres cuartos de lo mismo. Y es que no es lo mismo enfrentarse a un ladrillo de letra pequeña y sin los espacios necesarios que a una página visualmente atractiva. Cuanto más agradables sean tus apuntes, más sencillo te resultará estudiarlos. Esfuérzate en mejorar tu caligrafía. También te será útil usar bolígrafos, rotuladores, lápices o ceras plásticas de diferentes colores para remarcar frases o conceptos más destacados.
CONSEJOS. Intenta comenzar cada tema en un nuevo folio y verás como te es más fácil estudiarlo. Es conveniente que, al tomar apuntes, dejes márgenes amplios por si tienes que añadir posteriores anotaciones. Es muy recomendable que titules cada epígrafe con letras mayúsculas y que numeres los folios.
LOS APUNTES EN CLASE.
Tomar apuntes, ¿para qué?. Esta es la pregunta que se hacen muchos alumnos: algunos piensan que es una pérdida de tiempo. Otros que si escriben no pueden escuchar al profesor. O que lo que dicen la mayor parte de los profesores está en parte o totalmente en algún libro. Sin embargo estos razonamientos no son del todo ciertos. En este caso, las ventajas superan esos posibles inconvenientes. Muchos autores y expertos interesados en este aspecto de las técnicas de trabajo intelectual nos ofrecen una serie de razones que permiten considerar los apuntes como un sistema muy útil que facilita el aprendizaje.
Algunas de las ventajas recogidas por diferentes autores son las siguientes:
Mantienen la actividad del alumno en clase.
Tomar apuntes obliga a mantener la atención y la concentración en el aula, a pensar sobre lo que dice el profesor y a escribir, seleccionando y estructurando los contenidos de la materia expuesta.
Ayudan a memorizar mejor.
El esfuerzo realizado en sintetizar la información y darle forma propia es un paso en el estudio que facilita la posterior asimilación del tema.
Son un valioso elemento para el repaso.
Bien elaborados constituyen el principal material de estudio.
Desarrollan el hábito de sintetizar.
Al tomar apuntes no se reproducen literalmente las palabras del profesor. Se escoge lo más importante y se expresa con el menor número de palabras posible, y siempre con los términos propios.
Permiten retomar la explicación del profesor siempre que se necesite.
Hay que pensar que lo que dice el profesor en clase y cómo lo dice siempre es una visión adaptada de lo que sí es posible que encontremos en algunos libros. Los libros, por lo tanto serán el elemento que complemente los apuntes, pero nunca serán los sustitutivos de las explicaciones.
Ayudan a seleccionar el contenido.
Son una referencia para conocer los aspectos más importante para cada profesor en cada una de sus materias. De este modo, permiten reflexionar sobre lo que con mayor seguridad aparecerá en los exámenes.
COMO TOMAR APUNTES
En este caso nos ocurrirá como en otras situaciones relacionadas con el estudio: aprenderemos a tomar apuntes desarrollando el hábito de hacerlo, es decir, con la práctica repetida, el convencimiento de su utilidad la necesidad de realizar esta actividad correctamente.
De cualquier modo, nunca está demás conocer algunas reglas que nos ayuden en la puesta en marcha de esta tarea.
Estas podrían ser las principales:
Es importante situarse cerca del profesor; en un lugar en el que se le escuche bien y donde sea más difícil distraerse. Una vez acomodado en la situación más idónea, es conveniente adoptar una postura cómoda que permita atender y escribir sin dificultad.
Si es posible, se debe efectuar una prelectura del tema que va a desarrollar el profesor en clase. Esta actividad permitirá que se comprendan mejor los contenidos de la lección y anticiparse a posibles dudas o cuestiones que presenten mayor dificultad de comprensión. Esta actividad es importante pero no puede realizarse en muchos casos, ya que, a veces, desconocemos los contenidos concretos sobre los que se desarrollará la clase.
Por otro lado, también puede ser beneficioso leer los apuntes anteriores de la materia. Esto nos permite relacionar lo que se va a escuchar con lo que ya se conoce. Nos permite dar continuidad y coherencia a la información.
Durante la explicación, primero es conveniente escuchar atentamente lo que el profesor dice. Luego pensar en lo escuchado, para terminar escribiéndolo con las propias palabras. Es importante no invertir el orden de la recogida de información, ya que si escribes directamente sin reflexionar las explicaciones del profesor como se suele hacer muy, frecuentemente es muy posible que te encuentres con unos apuntes sin sentido que sean poco comprensibles, por lo tanto, que no sean útiles para estudiar posteriormente y comprender el tema desarrollado.
Además, si escuchas y piensas mientras explica el profesor podrás captar los puntos más importantes, que es lo que se debe escribir. También se captará la estructura y organización del contenido.
APRENDER A ESCUCHAR.
Para poder escuchar al profesor y captar lo importante es necesario cierto aprendizaje. Debes prestar atención a:
El principio y final de cada clase. En estos momentos el profesor suele dar una visión general o resumen que puede ser muy útil.
Al terminar la clase, revisa los apuntes. Es importante que lo hagas cuanto antes, sino el olvido te impedirá aprovechar eficazmente tus notas. En esta revisión es cuando se tiene la oportunidad de corregir los errores, comparar los apuntes con los de otro compañero o con textos recomendados. Es también el momento de completar sobre todo, organizar la información recogida con subrayados, marcas, numeraciones,...
Por último, piensa que estas reglas son una buena ayuda para conseguir unos apuntes útiles, pero que éstos sólo te servirán si posteriormente los revisas, completas y estudias. Puedes tener unos magníficos apuntes (limpios, ordenados, claros y sencillos...) que, a la vez, son muy poco útiles para conseguir el éxito en los estudios ya que, después de ser recogidos sólo te sirven para ser archivados.
CÓMO ARCHIVAR LOS APUNTES
Un tratamiento aparte merece la forma de archivar y guardar los apuntes. Todos hemos utilizado en algunas ocasiones folios o cuartillas separadas para recoger notas, informaciones, gráficos, esquemas.... y, la mayor parte de nosotros, también en ocasiones, hemos perdido tiempo e información intentando relacionar o encontrar todas las hojas de manera consecutiva. Para que esto no vuelva a suceder os recomendamos que archivéis los apuntes en un cuaderno. Podemos utilizar un cuaderno de "anillas", ya que nos permite incorporar los folios que sean oportunos y los que vayamos recogiendo en cada clase y asignatura. Este cuaderno será un archivo útil y necesario para todos los estudiantes si cumple las siguientes características:
Debe ser de tamaño folio. Con ello se consigue introducir mucha información. Pensar el grosor que podría tener un cuaderno tamaño cuartilla o media cuartilla en el que se anotaran todos los apuntes de cualquier asignatura durante un año.
Debe tener cartulinas o plásticos para dividir si se quieren introducir diferentes materias o asignaturas. Este sistema permite localizar rápidamente las anotaciones que se necesite consultar en cada momento. Conviene también rotular esas cartulinas con el nombre de las asignaturas.
Hay que cuidarlo bien ya que nos durará todo el curso. Por ello debe elegirse uno que sea fuerte y resistente.
Se deben ordenar las notas que se recogen en el cuaderno con unos principios similares en todas las materias. Con ello lograremos homogeneidad y orden en los apuntes y tendremos un material que permita estudiar con más facilidad.
En este caso es recomendable poner el título de cada tema, escribir con renglones separados, comenzar cada tema en una cara nueva, dejar márgenes.... en definitiva, buscar el orden y la limpieza.
De cualquier modo, pensar que los apuntes no son "obras de arte”, y por lo tanto no hay que pasarlos a limpio (con ello perderíamos un tiempo precioso que puede aprovecharse en otras actividades, como estudiar o salir con los amigos). No hace falta que los apuntes estén "muy bonitos", sino que sean herramientas útiles que motiven hacia el estudio y que permitan hacerlo de forma sencilla y organizada.
(MATERIAL ADAPTADO DE LA ESCUELA JESUITA SAN JOSE. VALENCIA. ESPAÑA)
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